HISTORIA
No se disponen de suficientes datos de la antigua fundación del pueblo de Parramos, sin embargo se tiene noticia que el primer libro de bautismos es del año 1588. El cuidado espiritual de la población fue responsabilidad de la Orden franciscana. Según el padre Bernardino Pérez, Parramos contaba únicamente con 60 vecinos. Según versiones del arzobispo Pedro Cortez y Larraz, que en 1,768 inició un recorrido por los 113 curatos de su jurisdicción, Parramos pertenecía a la parroquia o curato de San Andrés Itzapa. Hacia 1825 formó parte del departamento de Sacatepequez. Después, el 27 de agosto de 1836 fue adscrito a la jurisdicción de Chimaltenango.
Inicialmente el pueblo fue fundado en el área de Pueblo Viejo, donde aún hay vestigios arqueológicos, hasta el día 3 de septiembre de 1874 cuando fue destruido totalmente por un fuerte sismo. El 13 de septiembre del mismo año el pueblo de Parramos, se trasladó al lugar llamado Valle de los Pinos. La fundación en este valle se realizo oficialmente el 10 de agosto de 1882. La iglesia fue levantada a una nave con dos capillas laterales en las que se veneraban las imágenes de Jesús Nazareno y el Señor Sepultado. El altar mayor estaba confeccionado en madera de cedro, siguiendo proporciones clásicas de orden jónico. En la hornacina central se guardaba una hermosa talla de la Inmaculada concepción, co patrona del pueblo, y todo estaba rematado por un hermoso medallón que representaba la matanza de los inocentes. El 21 de septiembre de 1963, Monseñor Mariano Rosell fundó de nueva cuenta la parroquia de San Andrés Apóstol Itzapa, que incluía el territorio de Parramos.
La iglesia quedó totalmente destruida por el terremoto de 1976. El nuevo templo fue levantado con materiales modernos y sucesivamente ha sido remodelado y decorado. En 1998 se nombraron administradores parroquiales para Parramos, desligándolo de la parroquia de San Andrés. A partir de 2005 se contó con un sacerdote residente a tiempo completo.