HISTORIA
Para poder hacer una breve referencia de la historia parroquial del municipio de Chimaltenango, es necesario retrotraerse a mil quinientos veintiséis época en la cual el Capitán Pedro Portocarrero conquistó la tierra conocida con el nombre de BOK´O que en lengua Cakchiquel significa escudo o rodela, tiempo en la cual la religión era politeísta, llamada así por tener muchos dioses. Posteriormente a ello y como un apoyo a la evangelización-misión que también traían de España a través de las compañías religiosas que eran cuatro, así: Mercedarios, Franciscanos, Jesuitas y Dominicos en el específico caso de Chimaltenango, fueron los Dominicos los que tuvieron a su cargo este territorio para la evangelización.
Fue así como luego de cambiar del idioma Cakchiquel a la voz Nahualt el nombre de Bok´o paso a llamarse Chimaltenango con el mismo significado, se pensó disponer el establecimiento de un Patrón o Patrona de orden religioso para cada uno de los pueblos que se conquistaban, en el caso nuestro fue dentro de la década de 1550 a 1560 cuando se estableció como Patrona a la Señora Santa Ana, y paso a llamarse Santa Ana Chimaltenango.
Por la importancia que fue adquiriendo Chimaltenango y su prosperidad comercial era necesario que se tuviera un templo o una imagen de la Patrona, allí surge la iglesia Parroquial de Santa Ana, por cierto el significado de Ana es Gracia, y además la escogida madre de la Virgen María y Abuela de nuestro Señor Jesucristo distinción especial para nuestro amado pueblo.
Posteriormente a ello surge la primera cofradía de Santa ana, hoy llamad Cofradía Antigua, esto ocurre el 11 de mayo de 1636, siendo la primera directiva la siguiente: primer mayordomo Lorenzo Raxachique, segundo Mayordomo Diego Camar, tercer mayordomo José Santos Chin y quien firma el acto como secretario es Fernando Caná, de lo anterior hace 379 años. Se trae a colación la cofradía porque esta tenía a su cargo la alimentación de el Sacerdote.
En la escogencia del terreno para la construcción del primer templo dedicado a la Patrona Santa Ana, se toma en cuenta el espacio donde está actualmente con la variante que el inmueble abarcaba la manzana completa, pues donde actualmente se encuentra el edificio municipal estuvo el convento de los dominicos y todo el lado izquierdo como el derecho eran propiedad de la iglesia católica.
El edificio del templo ha sufrido los embates de los terremotos y ha sido semidestruido en la mayoría de ellos, se puede recordar los tres últimos 1917-1918, luego 1942, y el último 1976. El término iglesia parroquial se estableció para aquellos templos que tenían un sacerdote fijo al servicio de la comunidad católica.
Nuestra Iglesia Parroquial pasó a denominarse posteriormente CONCATEDRAL SANTA ANA, gracias a la excelente labor de Monseñor Eduardo Fuentes (Q.E.P.D.) obispo de la diócesis Sololá-Chimaltenango, siempre recordado con mucho cariño por su calidad de pastor.
El apreciable lector sabe que la historia religiosa de Chimaltenango es riquísima, pues a través de los años se han tenido sacerdotes con enormes virtudes, baste recordar a Monseñor Prospero Penados del Barrio, originario de El Petén, que posteriormente pasó a ser Arzobispo de Guatemala, y tantos otros sacerdotes que nos han dejado en su estancia por esta noble tierra mensaje y ejemplo de cualidades morales, éticas, humanistas y gran sabiduría.
DATOS GEOGRÁFICOS DEL MUNICIPIO
Chimaltenango es uno de los 340 municipios de la República de Guatemala, y es la cabecera departamental del departamento de Chimaltenango. Tiene una extensión territorial de 1979 kilómetros cuadrados y cuenta con 4 aldeas y 12 caseríos. El nombre del departamento y cabecera departamental proviene de la voz mexicana Chimal, que significa escudo o rodelas. Se erigió departamento mediante el decreto de la Asamblea Constituyente del Estado de Guatemala el 12 de Septiembre de 1839.
Cabecera: Chimaltenango
Altura: 1,800 m SNM
Extensión: 1,979 Km2
Coordenadas: 14°39´20´´ Latitud 90°49´20´´ Longitud
Población: 432,563 habitantes
El municipio de Chimaltenango limita al:
• Norte: San Martín Jilotepeque
• Sur: San Andrés Itzapa
• Este: El Tejar
• Oeste: Zaragoza
• Sureste: Parramos
Geografía
El municipio de Chimaltenango está dividido en una cabecera municipal, cuatro aldeas y 12 caseríos. En su territorio hay dos cerros y es cruzado por los ríos Chajalguich, Chalcayá, Guacalate, Coyolate, Pixacayá y Santo Domingo. En el municipio hay nueve riachuelos y las quebradas de Muñoz, San Jacinto y El Rastro.
Sus aldeas son Bola de Oro, Buena Vista, San Jacinto y Santa Isabel. Los caseríos del municipio son Cerro Alto, El Rosario, San Marcos Pacoc, Tonajuyú, Buenos Aires, Monte Cristo, Ciénaga Grande, El Socorro, Hierba Buena, San Antonio Las Minas, El Jordán y Monte de los Olivos.
Economía
Al igual que en el resto del departamento de Chimaltenango, en este municipio se cultiva maíz, frijol, cebada, caña de azúcar, legumbres, maderas diversas y ganado vacuno.
Además, se producen chocolates, tejidos de algodón, cerámica tradicional y vidriada, cestería, cerería, productos de cuero, teja, ladrillo de barro y pirotecnia.
Turismo
Uno de los destinos turísticos del municipio es el Balneario Los Aposentos, declarado Parque Nacional por el Gobierno de la República de Guatemala el 26 de mayo de 1955.
El 25 de julio de cada año se lleva a cabo el acto ceremonial El Encuentro de las Candelas, en homenaje a Santa Ana. Las candelas pesan cuatro libras y tienen una altura aproximada de setenta y cinco centímetros.
Historia
El antiguo nombre de Chimaltenango era Boko´b, y sus pobladores originarios fueron kaqchikeles. La actual localidad fue fundada por Pedro de Portocarrero en 1526. Poco después, el obispo Francisco Marroquín dividió la administración eclesiástica del valle de Chimaltenango entre los dominicos y los franciscanos, y a los primeros les dio los curatos de Jocotenango, Chimaltenango, Jilotepeque, Sumpango, Candelaria, Amatitlán, Petapa, Mixco y Pinula. El área estaba en la jurisdicción del «Valle de Pasuya» durante la época colonial, el que se dividía en nueve valles, entre ellos el de Chimaltenango. El valle de Chimaltenango propiamente dicho bordeaba al noroeste con el valle de Xilotepeque, al este con el de Mixco, al norte con el de Guatemala y al oeste con la Provincia de Sololá. Ahora bien, el valle de Pasuya se dividió en dos alcaldías mayores, la de Chimaltenango —con jurisdicción sobre los valles de Chimaltenango, Xilotepeque y Alotenango—, y la de Sacatepéquez —con jurisdicción sobre los seis valles restantes.
La etimología de Chimaltenango viene del vocablo Nahuatl “Chimalt o Chimalli= escudo o rodela y Tenango= lugar de, que se traduce como “lugar de escudos”
Para 1625 el fraile Dominico Irlandés, Thomas Gage, hace mención de Chimaltenango como uno de los pueblos más grandes, y lo grandioso de su fiesta en honor a la Santa Ana, donde llegaban comerciantes con muchas mercancías, habían corridas de toros, teatro, mascaradas, bailes y música, sus pobladores eran ricos y su iglesia no era menos que la de cualquier ciudad de Guatemala. Pedro de Alvarado fundó la primera ciudad de Guatemala el 25 de julio de 1524, específicamente en el municipio de Tecpán Chimaltenango, sitio arqueológico de Iximiché, que significa, Ix=Maíz, Che=árbol, “Árbol de Maíz.”
Por su extensión territorial y características geográficas, Chimaltenango fue propuesto como el posible lugar donde se podía trasladar la ciudad de Guatemala, pero se desaprobó el 22 de marzo de 1718.
Entre su patrimonio se encuentra una fuente que data del período Hispánico que según dicen, las aguas llegan al Océano Pacifico como el mar Caribe, ubicada en el parque central de este localidad.
Un hecho de suma importancia para la historia de Chimaltenango es el Acta de Patricia, que ratificaba el apoyo a la revolución de 1871 y consolidaba el incondicional apoyo al gobierno de Miguel García Granados, acta que circuló por las municipalidades de Guatemala y desconocía al Vicente Cerna como máxima autoridad.
Durante el terremoto del 4 de febrero de 1976 se activó la falla del Motagua lo que provocó la muerte de más de 20,000 personas en toda Guatemala, el departamento de Chimaltenango fue uno de más afectados, de todo el país, la escases de arquitectura y las casas hechas aún de adobe fueron la causa para que murieran aproximadamente 14,000 personas.
Por medio del Decreto No.63 del 29 de octubre de 1825, la Asamblea Constituyente del Estado de Guatemala, concedió a la cabecera, que en este tiempo se llamaba Santa Ana Chimaltenango, el título y denominación de Villa y el 15 de Mayo de 1926, se le concedió el título de ciudad que orgullosamente ostentan en la actualidad.
Chimaltenango se fundó como departamento mediante el decreto de la Asamblea Constituyente del Estado de Guatemala el 12 de Septiembre de 1839.
PATRONO DE LA PARROQUIA
Santa Ana
Madre de la Santísima Virgen María. Fiesta (con San Joaquín): 26 de Julio.
Ana (Hebreo, Hannah, significa gracia)
Una antigua tradición, que arranca del siglo II, atribuye los nombres San Joaquín y Santa Ana a los padres de la Santísima Virgen María. El culto a santa Ana se introdujo ya en la Iglesia oriental en el siglo VI, y pasó a la occidental en el siglo X; el culto a san Joaquín es más reciente. (Sermón: Por sus frutos los conoceréis, San Juan Damasceno).
Todo lo que se conoce de ellos, incluso sus nombres, procede de literatura apócrifa: el Evangelio de la Natividad de María, el Evangelio apócrifo de Mateo y el Protoevangelium de Santiago. El más antiguo de estos se remonta alrededor del 150 ad. En el Oriente el Protoevangelium gozaba de gran autoridad, algunas porciones se leían en las fiestas de la Virgen María. En el Occidente, sin embargo, fue rechazado por los Padres de la Iglesia. En el siglo XIII, partes del Protoevangelium de Santiago fue incorporado por Jacobus de Vorágine en su “Leyenda Dorada”. Desde entonces la historia de Santa Ana se propagó por el Occidente hasta convertirse en una de las santas más populares de la Iglesia latina.
Los escritos llamados “apócrifos” no fueron aceptados por la Iglesia como parte del canon de las Sagradas Escrituras porque contienen muchos datos que no son confiables. Pero si contienen algunos datos de documentos históricos.
El Protoevangelium nos ofrece la siguiente historia: En Nazaret vivían Joaquín y Ana, una pareja rica y piadosa pero que no tenía hijos. Cuando en una fiesta Joaquín se presentó para ofrecer sacrificio en el Templo, fue rechazado por un tal Rubén, bajo el pretexto de que hombres sin descendencia no eran dignos de ser admitidos. Joaquín, cargado de pena, no volvió a su casa sino que se fue a las montañas a presentarse ante Dios en soledad. También Ana, habiendo conocido la razón de la prolongada ausencia de su esposo, clamó al Señor pidiéndole que retirase de ella la maldición de la esterilidad y prometiéndole dedicar su descendencia a su servicio.
Sus oraciones fueron escuchadas; un ángel visitó a Ana y le dijo: “Ana, el Señor ha mirado tus lágrimas; concebirás y darás a luz y el fruto de tu vientre será bendecido por todo el mundo”. El ángel hizo la misma promesa a Joaquín, quién volvió a donde su esposa. Ana dio a luz una hija a quien llamó Miriam (María). Esta historia se parece a la de la concepción de Samuel en las Sagradas Escrituras, cuya madre se llamaba también Ana (1 Re 1).
Según una tradición antigua, los padres de la Santísima Virgen, siendo Galileos, se mudaron a Jerusalén. Allí, según la misma tradición, nació y creció la Virgen Santísima. Allí también murieron estos venerables santos. Una iglesia, conocida en diferentes épocas como Santa María, Santa María ubi nata est, Santa María en Probática, Santa Probática y Santa Ana, fue construida en el siglo IV, posiblemente por Santa Elena (madre del emperador Constantino), sobre el lugar de la casa de San Joaquín y Ana. Sus tumbas fueron honradas hasta el final del siglo IX, cuando los invasores musulmanes la convirtieron en una escuela. La cripta, que originalmente contenía las santas tumbas, fue descubierta el 18 de marzo de 1889.
Muchas leyendas han sido escritas sobre las vidas de San Joaquín y Santa Ana, causando gran confusión entre los fieles. Según una de ellas, Santa Ana concibió a la Virgen Santísima sin concurso de varón, permaneciendo así virgen. Este error fue condenado por la Santa Sede en 1677 (Benedicto XIV, De Festis, II, 9).